-¿ Es cierto que su influencia es tan mala, tan mala como dice Basilio?

-No hay influencia buena, mister Gray. Toda influencia es inmoral... inmoral desde el punto de vista científico...

-¿ Y por qué?

-Porque influir en una persona es transmitirle nuestra propia alma. No piensa ya por sí misma, ni se consume y arde con sus pasiones naturales. Sus virtudes ya no son suyas. Sus pecados, si es que hay algo que sea pecado, son postizos. Se convierte en eco de una música ajena, en un actor de un papel que no fue escruto para él. La finalidad de la vida es el desenvolvimiento de la...

Wilde, Oscar, "El retrato de Dorian Gray", Ed. Porrúa, p. 15.