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En ocasiones la veo tan lejana. Pero cada año el tiempo me produce una alteración de la vida. No la conocí, sólo era una compañera. Una mujer más, una chica que estaba ansiosa por disfrutar sus vacaciones, tranquila después de un arduo semestre. Pero ahora no abre los ojos, no sonríe, no está al lado de su familia, disfrutando de un miércoles vacacional. Lo escribiré aquí, en facebook me molestaría, me molesta la actitud de las personas. Con algo así ya no se vale jugar, tal vez no es un juego, de verdad es un sentir, pero mientras alguien le llora de verdad con un sentimiento, compartir una foto en un perfil es una burla a esa persona que está al lado de su féretro y la mira pálida, sin decir una sola palabra. Esa cara social me parece fría. Un abrazo a aquella persona que de verdad la extraña sería la forma más humilde y sincera de agradecerle a esa mujer los bellos momentos en vida. Pero no, mejor comparto una fotografía y creo que lo entiendo. Es como los cumpleaños. Mejor no se lo digo en persona, mejor sólo en un comentario. Que frío, me resulta frío. Helado.