Cuando lo encontré recordando "1995", me capturaron los brochazos tan tenues y tiernos en los edificios. De las cosas que más admiro en arquitectura urbana; son los edificios altos.
Aveces quieres contener tanto en un recipiente... no se puede... ni en una foto, ni en una taza. Extraña mi comparación, pero es similar si le buscan el modo. En la edición otra cosa que me fascina es la aceleración de un día, logrando mostrar al ojo humano lo que nunca se sentaría a admirar. Los rasgones de luces, las luces mismas es otra cosa que me embelesan de la ciudad. La ciudad es rápida, algunos se atreven a generalizar sobre la percepción de los demás, creyendo que las cosas, los objetos se vuelven cotidianos. Yo pienso que no; creo que las personas que al final del día no hacen un recuento de las horas vividas se pierden de más de lo que se ve a simple vista. No es necesario admirar todos los días un edificio para que no se vuelva cotidiano, tanto el extremo de siempre ver y el extremo de nunca querer ver desembocan en lo cotidiano.
La vue quotidienne et la pensée.
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